viernes, 5 de noviembre de 2010

Un vistazo a la jaula...

Quien soy… un simple mortal, no hay que añadir mas puntos a las ies, que busco… acaso alguien sabe lo que busca y puede aceptarlo con total seguridad, la idea parece mas simple de lo q parece, pero que lanze la primera piedra quien haya asegurado jamas haberse matado la cabeza con estas preguntas y si por remota razón llegara a haber un aludido, que  cualquier ente se apiade de su alma, porque mas hueca no puede estar… la vida suele verse con odio en muchos casos, yo pienso mas bien que cada situación es un momento valioso que debe ser apreciado por su tesoro, cual?, tan noble y a la vez tan sublime, tan simple y a la vez tan complejo, todo lo que envuelve a quizá mas de lo que la gente cree que existe, la semilla del poder, el conocimiento, somos carne con un alma encerrada almacenando cada apice de este hasta hastiarse, y este para mi… es la razón de mi existencia. 



Dejare que el velo del anonimato me cubra por el momento, no veo la necesidad de develarme y honestamente no me interesa, mas sin embargo puedo dar pistas de quien soy, un vagabundo entre la vida para algunos, un destello de luz oscura en un túnel interminable para otros, soy alguien que ha reemplazado el vano orgullo por la nobleza del honor, alguien que absorbe lo que encuentra, mas que un abogado un juez, aunque no aplico esto ultimo para mi mismo, mis juicios suelen ser bastante razonables y hasta el momento nadie se ha quejado, quizá esta debería ser mi carrera en vez de la computación, aunque admito que la sicología va a ser mi segunda meta, quiero entender mas a la incomprensible humanidad, y en especial al ser mas sublime de la creación, la mujer, así que de raro no seria que me vieran escribiendo mayormente poemas de amor o de rencor, centrado bajo este ser que mas que ser, me atrevería a hablar de un miniuniverso… 



Por el momento el tintero se ha quedado sin tinta, o quizá su redactor ha dejado de moldear su lienzo caligráfico, en todo caso, lo que tenga que venir que venga, ya dejare que el tiempo libere mi mente y mis historias, fantásticas o reales, después de todo, el tamaño de la hoja es muy extenso, y tiene doble cara.

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